¿El Mercado Inmobiliario en Yucatán Está a Punto de Colapsar? Aquí te decimos por qué tu flujo de ventas esta disminuyendo.
Desarrolladores inmobiliarios en Yucatán: si estás confiando en las mismas estrategias que te hicieron exitoso hace unos años, te tenemos una noticia: estás caminando sobre una burbuja a punto de estallar. Los tiempos de ventas fáciles, donde se vendía el 30%-50% en F&F y generar plusvalía artificial están acabándose, y si no ajustas tu rumbo, podrías enfrentarte a una realidad devastadora.
En Arechavala Ruiz Consulting Group, hemos identificado este fenómeno gracias a nuestra vasta experiencia en estudios de mercado en Yucatán, y te decimos cómo evitar el impacto.
¿Por qué nadie está hablando de la burbuja inmobiliaria en Yucatán?
Vamos directo al grano: estamos en una burbuja inmobiliaria desde hace al menos dos años. Sí, el boom de desarrollos, las ventas rápidas y las preventas a amigos y familiares inflaron los precios hasta niveles insostenibles. Pero los cap rates actuales (solo 3%-4%) no mienten: el valor de muchas propiedades ha dejado de tener sentido.
La pregunta es, ¿por qué nadie está hablando de esto? La respuesta es simple: no quieren enfrentarse a la realidad.
En Arechavala Ruiz, con más de 300 estudios de mercado en Mérida, hemos estado monitoreando estos indicadores por años. Lo que parece ser una oportunidad de inversión dorada es, en realidad, una apuesta de alto riesgo si no se define correctamente el producto inmobiliario.
Las plataformas como Airbnb, que antes parecían un salvavidas para rentabilizar propiedades, han dejado de ser rentables. Entre comisiones, impuestos y costos de administración, el flujo de caja proyectado ya no justifica los precios inflados que muchos desarrolladores todavía están pidiendo.
¿Qué pasa cuando el valor intrínseco y el precio de venta no coinciden?
Esto es economía básica: cuando el valor presente de los flujos de efectivo proyectados de una propiedad no coincide con su precio de venta, estás frente a una burbuja. Y no solo lo decimos nosotros.
Numerosos estudios de viabilidad financiera para proyectos inmobiliarios en Yucatán confirman que los desarrolladores están operando en un entorno donde la expectativa de ganancias no tiene correlación con la realidad del mercado.
A esta situación se suman el cambio político y las recientes reformas judiciales y reformas a la Guardia Nacional que generan aún más incertidumbre en el panorama. El riesgo ya no es solo financiero, sino también político y social. En este contexto, la consultoría financiera para proyectos inmobiliarios no es un lujo, es una necesidad.
¿Cómo protegerte del colapso inminente?
Ante este escenario, hay tres pasos que debes seguir si quieres sobrevivir a la crisis que se avecina:
- Reevalúa tus proyectos actuales. Si estás en etapas iniciales, lo primero que necesitas es un estudio de mercado en Mérida y un análisis financiero profundo que te permita entender si el proyecto es viable o si es necesario hacer ajustes. ¿Es hora de reducir tickets? ¿Modificar el proyecto arquitectónico? O, simplemente, ¿es mejor aplazar el desarrollo?
- Explora mercados desatendidos y nuevos nichos. De acuerdo con nuestro análisis de oferta y demanda en el sureste mexicano, hay sectores que aún no han sido explotados, como los desarrollos para adultos mayores, o las oportunidades en sectores industriales y logísticos por el boom del Nearshoring. El sur de Mérida, por ejemplo, es una zona con mucho potencial si se aborda con una estrategia adecuada.
- Implementa un sistema ERM (Enterprise Risk Management). Para navegar los tiempos de incertidumbre, necesitas un sistema de gestión de riesgos que te permita medir el capital mínimo requerido para proteger tus proyectos. Un estudio de viabilidad comercial que incluya análisis de sensibilidad y riesgos es fundamental en estos momentos.
El mercado inmobiliario en Yucatán está en un punto crítico. Muchos desarrolladores aún operan con la mentalidad de un crecimiento ilimitado, ignorando señales alarmantes que podrían llevar a un colapso inminente. No te dejes llevar por la inercia del pasado; es esencial tomar decisiones informadas basadas en datos concretos.